Algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudarte a mejorar el control de la glucosa en sangre. El nivel alto de azúcar en sangre está asociado con la diabetes y la prediabetes. Alcanzar un peso saludable, comer una dieta equilibrada y controlada en carbohidratos y hacer ejercicio con regularidad ayuda a mejorar el control de la glucosa en sangre.
1. Evita los carbohidratos refinados
La Escuela de Salud Pública de Harvard sugiere evitar los carbohidratos altamente refinados como el pan blanco, la pasta y el arroz, así como los dulces, las bebidas azucaradas y los dulces. La razón está en que los carbohidratos refinados tienden a causar picos agudos en el azúcar en sangre y pueden aumentar los niveles de triglicéridos en sangre.
2. Opta fuentes saludables de carbohidratos
Consume fuentes saludables de carbohidratos, como vegetales, granos integrales, frutas y frijoles sin procesar o mínimamente procesados. Estos alimentos proporcionan vitaminas, minerales, fibra y una gran cantidad de fitonutrientes. Tardan más en digerirse, lo que significa que tienen un impacto inmediato menor en el azúcar en la sangre.
3. Evita los refrescos
Los refrescos contienen una gran cantidad de azúcar añadido y al igual que los cereales refinados tienen una carga glucémica alta y causar picos agudos de azúcar en la sangre. Además de favorecer al aumento de peso y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, el consumo rutinario de estas bebidas también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas.
4. Realiza ejercicio
La dietista Arlene Semeco comparte a través de Healthline que el ejercicio aumenta la sensibilidad a la insulina y ayuda a los músculos a utilizar el azúcar en sangre para moverse. Esto puede provocar una reducción de los niveles de azúcar en sangre.
5. Bebe agua
Consumir suficiente agua ayuda a los riñones a eliminar el exceso de azúcar a través de la orina. Evita las opciones endulzadas.
6. Duerme bien
Los malos hábitos de sueño y la falta de descanso pueden afectar los niveles de azúcar en sangre. Dormir bien por la noche con regularidad contribuirá en gran medida a que tu cuerpo utilice la insulina de manera eficiente, según WebMD.
