Venezuela produce 25% de la comida que demanda su población

La pérdida de producción agrícola en Venezuela se sitúa en el 75% según la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios.

Venezuela hoy no produce ni importa lo necesario para satisfacer la demanda de alimentos, y los anaqueles vacíos son una consecuencia de ello.

“Recorriendo supermercado para vender que consigo, no me han vendido nada”, dijo Betilda Pillar, una ciudadana venezolana.

Así lo reconoció esta semana el propio mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

“No estamos produciendo lo suficiente y lo necesario para cubrir las necesidades de un país que quiere socialismo, que quiere igualdad, que quiere futuro ¿Quién va a producir por nosotros, quién? ¿Los extraterrestres, va a venir Donald Trump a producir? ¿O va a venir Santos y va a salir del Palacio de Nariño a producir? Tenemos que producir nosotros y yo vengo a pedirles un plan productivo.

En 75% sitúa la pérdida de la producción agrícola venezolana, el representante de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios, Aquiles Hopkins.

“Estamos abasteciendo aproximadamente entre el 20 y el 25% del consumo nacional y esta es la razón por la que no conseguimos los alimentos”.

Las causas de la destrucción del aparato productivo se atribuyen a las políticas económicas que rigen en Venezuela desde hace por lo menos 18 años.

“Un cambio rotundo en la política agrícola del país, aquí hay que devolver al sector privado el espacio que algún momento ocupó, flexibilicemos los controles de precio con el control de precio el pueblo no va comer más barato, al contrario, flexibilicemos el control cambiario”, indicó Hopkins.

No existe un estado de Venezuela que tenga una actividad productiva próspera. Carlos Larrazabal, presidente de Fedecamaras estima que de las 3.500 empresas que subsisten casi un tercio se encuentran a punto de cerrar.

“Hay 1.000 que ven amenazada su existencia durante este próximo año sino se cambia el modelo económico porque están trabajando en condiciones sumamente precarias. Las empresas no pueden trabajar a perdida por tiempo indefinido, necesitan un flujo de caja para poder operar, y ahorita con la hiperinflación y la falta de insumos las empresas van cerrando sus puertas”.

Las constantes fallas eléctricas complican aún más el panorama en las distintas regiones.

De Nicole Kolster / VOA

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