El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su apoyo el martes a los aficionados que abuchean a los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano, NFL, quienes se han puesto de rodillas durante la interpretación del himno nacional antes de los partidos en protesta por el racismo en el país.
En un partido el lunes por la noche, los jugadores de los Dallas Cowboys, junto con el dueño del equipo, Jerry Jones, se arrodillaron como equipo en el campo antes del comienzo del juego con Arizona Cardinals, después se pusieron de pie para escuchar “Star Spangled Banner”.
En un comentario en Twitter, Trump dijo que “El abucheo en el partido de la NFL anoche, cuando todo el equipo de Dallas se arrodilló, fue el más fuerte que jamás he escuchado. Gran enojo”.
The booing at the NFL football game last night, when the entire Dallas team dropped to its knees, was loudest I have ever heard. Great anger
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 26, 2017
En el quinto día consecutivo en que ha comentado sobre las protestas, el presidente destacó que “los ratings para el fútbol de la NFL están bajando mucho excepto antes de que comience el juego, cuando la gente escucha para ver si nuestro país será o no despreciado”.
Pero dijo que con los jugadores de Dallas que se pusieron de pie para el himno nacional, “Se ha logrado gran progreso. Todos amamos nuestro país”.
Trump dijo que la NFL podría poner fin a las protestas prohibiéndolas.
“La NFL tiene toda clase de normas y regulaciones. La única salida para ellos es establecer una regla que no puedes ponerse de rodillas durante nuestro himno nacional”, indicó Trump.
The NFL has all sorts of rules and regulations. The only way out for them is to set a rule that you can't kneel during our National Anthem!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 26, 2017
Más de 200 jugadores de la NFL, la mayoría de raza negra, y varios dueños de equipos, se arrodillaron, se sentaron y se tomaron de los brazos en los partidos del fin de semana en protesta por el llamado de Trump a que los dueños despidieran a los jugadores por rehusarse a estar de pie para la interpretación del himno nacional, una tradición antes del comienzo de muchos eventos deportivos profesionales y aficionados en Estados Unidos.
