Las dos Coreas quieren mejorar sus lazos en unas reuniones de alto nivel

SEÚL.- Corea del Sur y Corea del Norte mantuvieron el miércoles sus primeras conversaciones de alto nivel en siete años en su fortificada fron

  • tera, donde analizaron formas de mejorar sus relaciones, mientras Seúl y Washington se preparaban para realizar unos ejercicios militares que irritan a Pyongyang.

    El encuentro fue acordado con inusual celeridad y gran secretismo a sugerencia de Corea del Norte, y se produce después de algunas señales conflictivas de Pyongyang, como la cancelación abrupta de una invitación para que un enviado estadounidense visite el aislado país.

    Ambas partes se reunieron en Panmunjom, en la frontera, sin una agenda preacordada, y debatieron una serie de temas, entre ellos los encuentros de familias separadas durante la Guerra de Corea de 1950-1953, dijo un funcionario surcoreano.

    Pyongyang demandó que Seúl y Washington suspendan los ejercicios militares, que está previsto que comiencen más adelante este mes.

    Las dos partes tienen grandes intereses en buscar un acuerdo que pueda poner fin a un largo estancamiento.

    “Si Corea del Norte regresa con un compromiso en términos de mejora en las relaciones Norte-Sur, eso implicará una mejor atmósfera para que Kim Jong Un visite China y una justificación para intentar mantener conversaciones de alto nivel con Estados Unidos”, dijo el experto del Instituto Sejong en las afueras de Seúl, Cheong Seong-chang.

    El líder norcoreano Kim estaría buscando concretar una visita a China, el principal aliado y benefactor de Corea del Norte, para reforzar su legitimidad como líder. Con poco más de 30 años, Kim llegó al poder cuando su padre murió repentinamente en 2011.

    La delegación surcoreana estuvo liderada por el viceasesor de seguridad nacional del presidente, Park Geun-hye. Corea del Norte envió al segundo funcionario de más alto rango del departamento del Partido de los Trabajadores, a cargo de las relaciones con Seúl.

    El encuentro se produjo antes de que las dos partes mantengan una serie de reuniones previas con miembros de familias separadas desde la guerra, considerado como un evento humanitario de gran relevancia por Corea del Sur.

    No obstante, Pyongyang ha amenazado con cancelar las reuniones, alegando la presencia la semana pasada de un bombardero B-52 estadounidense con capacidad nuclear cerca de la Península Coreana.

    Corea del Sur paralizó todo comercio y la mayoría de las inversiones en el Norte en mayo de 2010, tras el hundimiento de uno de sus buques de guerra, por lo que responsabilizó a Pyongyang.

    Un proyecto fabril conjunto en la ciudad fronteriza de Kaesong en Corea del Norte, que genera salarios anuales por 90 millones de dólares para el empobrecido Estado, es el último símbolo de cooperación económica entre ambas Coreas.

    De: Jack Kim / Reuters

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